6 de março de 2008
AMEMONOS, AHORA,
CON LA SERENIDAD QUE LA JUVENTUD NOS NEGO
Y, CUANDO MUERA LLEVAME, UNA SOLA VEZ
UNA FLOR, UNA LAGRIMA, Y OLVIDAME DESPUES
AMEMONOS, AHORA,
CON LOS OJOS NUEVOS, PRESTOS AL ASOMBRO
QUE EL TIEMPO TRANSCURRIDO SE LLEVO
Y, DESANDARE LOS CAMINOS SINUOSOS,
PARA RETORNAR A LA MANSA LLANURA DEL BESO
AMEMONOS, AHORA,
Y NO BUSQUES COMO MARIA MAGDALENA,
AL DIOS MUERTO, PUES NO ESTARE MUERTO,
NI SERE DIOS, SOLO SERE UNA HUELLA
QUE INEXORABLEMENTE BORRARA EL TIEMPO
AMEMONOS, AHORA,
Y, SI EL SILENCIO DE LA ALCOBA TE TRAICIONA,
NO ME NOMBRES, NI ME LLAMES, TE LO PIDO,
PORQUE HE VUELTO AL HABITO INMANENTE DE ESTAR SOLO
Y APRENDERAS, QUE AL AMOR LO MATARA EL OLVIDO.
04–11–07
Este texto expressa exclusivamente a opinião do autor e foi publicado da forma como foi recebido, sem alterações pela equipe do Entrelaços.
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